La novela que me faltaba de Juan Gómez-Jurado (@JuanGomezJurado). No las he leído en orden como se puede ver. Comencé con Espía de Dios, pasé después a El emblema del traidor y ahora he recuperado al padre Fowler y a la periodista Andrea Otero en Contrato con Dios.
La historia comienza en plena Segunda Guerra Mundial. Una pareja judía acude a un hospital en busca de su hijo desaparecido. Allí encuentran el horror de las pruebas que el médico realiza con los niños judíos, a los que considera inferiores y útiles para sus estudios "médicos". Los padres le dan lo único que les queda…
Años después es el padre Fowler el que recupera ese objeto.
Comienza así la Expedición Moisés. Un grupo de arqueólogos, espías y paramilitares contratados por Raymond Kayn llegan al desierto del Sinaí a la búsqueda del Tesoro. A la búsqueda del Contrato con Dios en forma de piedras talladas guardadas dentro de un Arca. Con la ayuda de un mapa y de toda la tecnología que el multimillonario Kayn puede pagar. En ese grupo también se ha incluido una periodista con la idea de documentar el hallazgo, aunque su papel está tan oculto como el de los demás, aunque en su caso también lo está para ella.
Encontrar un objeto de tal importancia despierta suspicacias en todas partes, desde la Iglesia de Roma hasta el Islam, pasando por el Judaísmo. Todos están representado,s de una u otra forma, en la expedición y todos tienen una misión que cumplir más allá de las órdenes del arqueólogo israelí que dirige la búsqueda. Una misión que no siempre es ayudar…
Una gran novela de aventuras con el componente místico y religioso que le da el toque de "credibilidad" a una búsqueda que tantos libros y películas ha generado. De puro entretenido la novela se lee casi de un tirón, gracias al ritmo y a la intriga que se va desarrollando según avanzan las páginas.
Totalmente recomendable.
Mari Jungstedt, una autora sueca, como Camilla Läckberg, que escribe novela negra, policiaca, como ella. Un género que ha despegado en los países nórdicos en los últimos años, bueno, en realidad, un género que ha salido de los países bajos hasta hacerse conocido en el resto de Europa.
Tiene tantas semejanzas con Camilla que también incluye una pareja protagonista y un asesinato que hay que investigar. La pareja protagonista en este caso no son el policía y la escritora, sino el periodista, Johan Berg, y la amiga de la víctima.
En la tranquila isla de Gotland aparece el cadáver de Helena. Una joven que estaba pasando sus vacaciones en la antigua casa familiar. La violencia del caso lleva a la policía es extrema y la policía trabaja a contrarreloj para resolverlo. Al poco tiempo aparece otra mujer asesinada con la misma violencia lo que hace saltar todas las alarmas.
Comienza la temporada turística en la isla, el verano, y todas las fuerzas vivas presionan al comisario Knutas y a su equipo para que detengan al asesino antes de que las finanzas de la isla se resientan.
Un libro divertido que recuerda en exceso a las novelas de Camilla Läckberg con los cambios de línea argumental, las vueltas al pasado, etc. Es el primero de una serie traducida en España como Nadie lo ha visto, Nadie lo ha oído y Nadie lo conoce.
Oscar Wilde es uno de esos autores clásicos conocidos por todo el mundo, pero no necesariamente leído por todos. Vivió una vida “poco adecuada” para su época, con ciertos escándalos relacionados con su homosexualidad. La sociedad británica de la segunda mitad del siglo XIX no estaba preparada para esto. Escribió obras de teatro, poemas, cartas… y una única novela: El retrato de Dorian Gray.
Un joven hermoso, más que hermoso ideal, sirve como modelo para el pintor Basil Hallward. La idolatría que profesa el pintor por su modelo es tal que llega al enamoramiento y al amor platónico. La inocencia de Dorian desaparecerá de la mano de lord Henry Wotton, amigo del pintor, gran conversador con su cinismo y sarcasmo. Dorian adquiere conciencia de su belleza frente al retrato pintado por Basil. Se deprime pensando en que la suya desaparecerá con el tiempo mientras que el cuadro la mantendrá para siempre, recordándole cómo envejece. Llevado por un impulso pronunciará la frase que marcará el resto de su vida:
¡Qué triste resulta"! […] Me haré viejo, horrible, espantoso. Pero este cuadro siempre será joven. Nunca dejará atrás este día de junio… ¡Si fuese al revés! ¡Si yo me conservase siempre joven y el retrato envejeciera! Daría…, ¡daría cualquier cosa por eso! ¡Daría el alma!
A partir de ese momento el alma de Dorian se verá reflejada en el cuadro. Cada una de las acciones en busca del placer que lleva a cabo tienen su correspondencia en el retrato mientras que él se mantiene joven y “puro”. Su búsqueda del placer como objetivo en la vida y la amistad con lord Henry le llevarán a lugares tan oscuros que avergonzarían a cualquiera. Reputaciones y vidas destrozadas por su influencia, aparecen reflejadas en el retrato, guardado a buen recaudo en la buhardilla de su residencia.
Un interesante libro clásico con un curioso punto de vista: sólo la belleza importa… aunque va cambiando con el desarrollo. Resulta interesante conocer la filosofía de vida de lord Henry, siempre con una respuesta ácida a cualquier tema. Uno de esos clásicos que hay que leer y de los que hay que aprender (con su moraleja incluida).
Para los lectores de Kindle decir que es gratuito, aunque el maquetado es pésimo (saltos de línea donde no deben estar y no están donde deben, fallos en las palabras, errores…)
El tercer libro de Joe Hill que cae en mis manos. Después de El traje del muerto y de Cuernos ya sabía la temática habitual del autor: el terror y la ficción. En este caso no se trata de una novela sino de una recopilación de relatos/cuento cortos. La primera obra que publicó en 2005 y con la que obtuvo varios premios: el premio Bram Stoker Award para la Mejor Colección de Ficción (Best Fiction Collection), el Premio Británico de Fantasía British Fantasy Award por la Mejor Colección (Best Collection) y por Mejor Historia Corta (Best Short Story) por "Lo Mejor del Nuevo Horror" (Best New Horror).
Catorce historias que van desde el terror psicológico a la ficción. Encontraremos fantasmas, como no podía ser de otra manera, asesinos en serie, insectos… incluso ¡niños hinchables!
Los relatos cortos de ciencia ficción me encantan. Tienen el tamaño perfecto para leerlos de una sentada y suelen generar tantas preguntas y dejar tantos temas abiertos que te permiten seguir escribiendo la historia.
Para los ratos cortos, una lectura fantástica.
Ayer fue un día de esos que tienen que ser recordados. Un día de esos que, con los años, casi se tendría que celebrar. Al menos, poder recordar la fecha, si no exacta aproximada. Porque estas fechas acaban bailando en el calendario y después no se sabe si fue en 2012 ó 2011 ó… Lo que da lugar a esas discusiones inacabables en las que por no rebuscar entre papeles la razón no la tiene nadie y la tienen todos.
Porque siempre pasa lo mismo con las fechas importantes: ¡se olvidan!
En realidad, más que olvidarse, se dilatan. Pasan de ser un día concreto a ser un periodo de tiempo que puede ir desde un mes a uno o varios años. La precisión se basa en cuántas cosas del estilo “tienen que ser recordadas” sucedan en esa misma temporada. Los humanos recordamos las fechas con frases como “eso fue un par de meses antes de … “ o “un año antes de que …”.
Y ¿qué fue lo que pasó ayer? Cancelé la hipoteca de la casa. El banco dejó de tener una parte de la casa, que ya es toda mía. Eso sí, para que el Registro de la Propiedad también lo sepa hace falta pagar todavía una buena cantidad de dinero, los notarios y sus honorarios.
Parece que una cosa así no se puede olvidar, pero sé positivamente que lo haré (como casi todas las cosas que he ido escribiendo en este blog), así que: hay que apuntarlo para poder encontrar el momento preciso y poder zanjar las discusiones usando sólo el móvil.
Ken Follet es uno de los autores más conocidos del Reino Unido (con permiso de J. K. Rowling, por supuesto). A pesar de que sus mayores éxitos son novelas históricas, es también un afamado autor de libros policiacos, genero que también suele incorporar en sus novelas históricas.
Escocia no es un escenario muy habitual en una novela de intriga médica, pero allí es donde se encuentra la farmacéutica Oxenford Medical. Su trabajo se basa en la investigación de vacunas contra algunos de los virus más peligrosos del mundo, lo que la convierte en un lugar enormemente protegido. Esa protección, a cargo de una mujer de origen español, se ve comprometida poco antes de Navidad. Una de las drogas antivirales desaparece.
Pero ése será el menor de sus problemas. Un grupo de ladrones, muchos más peligrosos de lo que esperan y mucho más preparados para saltarse las medidas de seguridad, pretende entrar en el laboratorio durante la Nochebuena. El problema surgirá cuando el tiempo cambie inesperadamente y lo que, en principio, iba a ser una pequeña tormenta se convierte en un temporal de nieve que les impide llegar a su destino.
El robo se transforma en secuestro y la acción no para de subir.
Una novela muy del estilo de Ken Follet, aunque alejada del tamaño de sus trabajos más conocidos (Los pilares de la Tierra, Un mundo sin fin, La caída de los gigantes…). No deja de ser bastante previsible pero entretenida. Una lectura fácil que no deja poso, con momentos en los que las relaciones entre los personajes principales y sus reacciones no acaban de convencer.
Uno de mis propósitos de año nuevo, como ya dije, es volver a hacer ejercicio y una de las mejores formas de hacerlo es con música.
Las canciones pueden motivarnos, ¿quién no ha querido empezar a correr oyendo The eye of the tiger de Survivor o ha encontrado un extra de energía al oír Pump It de The black eye peas? Las marcas de deporte lo saben y los fabricantes de reproductores de música también. Tan seguros están de su buena relación que incluso se juntan en aventuras empresariales.
En cualquier caso no se trata sólo de la canción favorita, que también ayuda, sino que tiene una explicación científica más elaborada. Lo más importante es el ritmo. En función de lo que se pretenda en cada momento es importante que el tempo, la velocidad de la canción, se ajuste a nuestros objetivos. De hecho, los albumes de música para hacer ejercicio dividen sus canciones en función de sus beats. Los beats son las pulsaciones por minuto, y éstas van subiendo conforme se avanza en el ejercicio para bajar en la fase de relajación.
Canciones con un número de beats entre 40 y 76 son adecuadas para descansar; entre 76 y 120 para caminar; hasta 168 para correr; y, a partir de 168, ejercicio de alta intensidad.
Juan Gómez-Jurado tiene toda la culpa de que haya leído este libro. Entre él (@JuanGomezJurado) y amazon.es la cosa era inevitable. Un libro de calidad, de un autor de los llamados consagrados y a un precio de 1,49 euros. No se podía dejar pasar una ocasión así. Ya hace tiempo leí El espía de Dios gracias a su proyecto #1libro1euro tras hacer la pertinente donación a Save The Children.
Poco después de acabada la Guerra Civil Española, un barco militar que patrulla por el Estrecho de Gibraltar en plena tormenta se encuentra con una barca con unos extraños ocupantes. La fuerza de la tormenta les ha llevado a atarse a la barca para no salir despedidos y, el capitán español decide salvarlos arriesgando sus propias vidas. Descubre a unos alemanes que, contrariamente a lo que parece lógico, puesto que España es aliado de la Alemania Nazi, le piden que les lleve a Portugal. Al hacerlo, el capitán recibe un emblema de oro y las palabras: traición y salvación.
Para explicar la historia de este emblema nos traslada a la Alemania de entre guerras. El país se está resquebrajando por el hambre y las penurias de la postguerra. El nacional socialismo está cogiendo fuerza en este caldo de cultivo tan fértil. Paul, un huérfano que vive con su madre en casa de su tía, una rica baronesa, verá todos estos hechos históricos mientras trata de descubrir qué fue lo que le pasó realmente a su padre. Su familia y Alys se encargarán de que nada le resulte indiferente.
Masones, nazis, odios, judíos, ricos, pobres… todo tiene cabida y todo tiene su sitio.
A pesar de que hay momentos en que la historia se transforma en un penuria tras otra, digna de un cuento de Dickens, la novela no pierde el interés ni el ritmo. Una historia bien hilvanada que consigue atraparte desde la primera ola de la tormenta en el Estrecho.
Autores así, con las ideas tan claras respecto a lo que se puede (nunca se puede decir se debe porque es pensar que se sabe todo) hacer para que esa "catástrofe editorial" que supone la piratería no sea tal. Siempre pongo el enlace a agapea.com en la foto de los libros, pero en esta ocasión no puedo no poner el enlace a la edición digital de amazon.es. Está también disponible en iTunes.
Última crónica literaria del año. Feliz 2012.
Este año gran parte de la producción del blog se ha ido en reseñas de libros y ha llegado el momento de hacer un recuento de los libros leídos.
La llegada del Kindle ha supuesto un antes y un después en la lectura. No es que antes leyera poco (que solía caer un libro cada par de semanas) pero ahora el ritmo casi se ha duplicado a uno por semana, menos los periodos de vacaciones.
El listado final, a falta de dos días para acabar el año (y un libro a medias):
Se acaba un año más y, como siempre, en el repaso de lo hecho y de lo “dejado de hacer” siempre salen asuntos pendientes que el Año Nuevo convierte en buenos propósitos.
En mi caso, después de unos días en Italia de comida a cena y de cena a comida, está claro que el propósito es volver a hacer deporte. Recuperar las horas de gimnasio y las carreras populares. Entre lesiones (sobre todo la operación de cadera) y excusas peregrinas he dejado que pasara demasiado tiempo sin correr y, últimamente, hasta el gimnasio está abandonado. Me convertiré en uno más de los “visitantes” del gimnasio de primeros de año. Pero, espero no dejarlo a las dos semanas, lo habitual en el caso de los “visitantes”.
Pero es que no se puede pasar una Navidad en Italia sin dejarse llevar por las calorías. Esta vez nos hemos controlado y sólo hemos comido helado una vez. Con la pizza también hemos hecho lo mismo y sólo ha habido un día… pero pasta, carne, legumbres, postres… Que si la cena de Nochebuena, que si la comida de Navidad, la comida de Santo Stefano (el 26, que allí también es festivo y día familiar)…
Y, como siempre, está el propósito de viajar más y de conocer más mundo. Ése es ineludible.
Al fin el esperado final de la serie de los Hijos de la Tierra. Tras El Clan del Oso Cavernario, El valle de los caballos, Los cazadores de mamuts, Las llanuras del tránsito y Los refugios de piedra llega La tierras de las cuevas pintadas. Nada más y nada menos que 31 años ha necesitado, Jean M. Auel, para completar la saga. Desde 1980 en que publicó el primero hasta este 2011 en que finaliza. Y, lo cierto, es que el final queda lo bastante “abierto” para que, si quisiera, pueda escribir una séptima parte.
Una vez que Ayla aceptó convertirse en Zelandoni comienza su periodo de instrucción. Parte de esta instrucción consiste en la visita de las cuevas sagradas. Estas cuevas son, en teoría, úteros de la madre por la que animales y hombres llegaron a la tierra. Para demostrar su carácter sagrado suelen estar decoradas con dibujos y pinturas. Muchas de estas pinturas fueron hechas por “los antiguos” y nadie conoce con certeza su significado.
Durante esta instrucción Ayla debe realizar tareas que le restan tiempo para estar con su familia. El tiempo pasa deprisa y su hija tiene unos cinco años en el libro. Este hecho provocará un distanciamiento con Jondalar que recuerda muchísimo al vivido en Los cazadores de mamuts.
La autora se ha documentado en gran cantidad de cuevas con pinturas, algunas españolas como Altamira, el yacimiento de Abric Romani, en Ekain, etc. lo que hace que esté muy bien documentado. Esto no quita que la gran cantidad de páginas y explicaciones relativas a hierbas y sus usos no acabe por cansar en más de una ocasión. Por otra parte la historia que viven los personajes es demasiado parecida a la vivida anteriormente y, a veces, parece que se ha copiado sólo para darle mayor volumen a esta última obra.
No puedo decir que me haya encantado. La verdad es que con el paso de los libros de la saga cada vez se han ido convirtiendo en algo más predecible y cada vez más “científico”, pero no quita que me hayan gustado. He podido comprobar que muchas de las cosas que cuenta son hechos reales, incluso aquellos que parecían más sacados de su imaginación, lo que hace que la obra también cumpla una función didáctica sobre un periodo bastante poco conocido.
Creo que sólo una vez en mi vida había dormido más de cinco noches seguidas en el mismo hotel, y estoy hablando ¡del viaje de fin de curso de la EGB! Para los más jóvenes, la EGB era el antiguo plan de enseñanza, la Educación General Básica, y el fin de curso se alcanzaba a los 13-14 años. Desde entonces, más de dos, a lo sumo tres noches, en una misma cama que no fuera la mía sólo si era de la familia, nunca de pago.
Cuando nos planteamos la posibilidad de irnos de vacaciones a una isla durante una semana nos pareció algo entre una locura y una prueba de resistencia. Más aún cuando la isla es pequeña y está lo bastante alejada del resto del archipiélago como para que fuera complicado ir a otra. La cosa quedó clarísima cuando en el mostrador del aeropuerto nos dijeron que tenían una oferta para ir a la otra isla "importante" por 153 euros ida y vuelta. Casi la mitad de lo que habíamos pagado por el vuelo y las siete noches de hotel.
Nos acabó de animar el hecho de que se pudiera bucear. Queríamos dar uso a nuestro flamante titulo PADI recién sacado. Tan reciente, que nos lo hemos encontrado en el buzón a la vuelta. Lo que nos llevamos fue el provisional. De todas formas seguía siendo necesaria la improvisación para ser nosotros. Buscamos el centro de buceo y ya nos acercaríamos cuando llegásemos.
Toda la vida hemos estado oyendo, al menos en España, hablar del anticiclón de las Azores pero ¿dónde están realmente las Azores? Más importante aún ¿qué se puede hacer allí?
Pues muchas cosas, la Ilha Verde, como llaman a São Miguel, está llena de paisajes espectaculares: bosques casi selváticos, cráteres de volcán, lagos, acantilados... y tienen un pecio que visitamos bajando hasta los 21.4 metros de profundidad. Para descolocarte más si cabe, es una isla llena de vacas, que parece Asturias entre montañas y prados. Se dice que en las Azores hay más vacas que personas. Producen 500 millones de litros de leche al año. Llena de restaurantes que sirven desde un bacalao hasta un solomillo.
El clima loco. En una hora llevas la cazadora por el frío, te quedas en manga corta, te mojas por la lluvia y no ves nada por la niebla. Aunque, en general, un tiempo estupendo. Eso sí, como dijo uno de los buceadores que nos acompañaba cuando saltó de la zodiac, el agua estaba fresquinha.
Bienvenidos a São Miguel, en mitad del Atlántico.
Hoy hay tiempo de volverse a ir.
Este año está siendo particularmente pródigo en viajes. Ahora toca el último de los largos. Será sólo una semana, pero esperamos que nos dé tiempo a descansar por una vez. Hemos asumido que si el tiempo es bueno podremos ver bastantes cosas y movernos. Si el tiempo es malo podremos descansar y disfrutar del dolce far niente y leer, que desde que nos tuvimos que estudiar los libros del curso de buceo no he vuelto a acabar un libro. Será que leer obligado quita las ganas…
La verdad es que tampoco tenemos muy claro, visto lo visto, qué tiempo queremos que haga. Llevaremos libros y zapatillas de deporte, cualquiera diría que tampoco tenemos muchas ganas de hacer turismo
Hemos estado esperando hasta el último momento para decidir el destino. No tenemos ningún sitio al que ir, así que iremos a cualquier sitio (gran frase que leí en una firma en el foro de Lonely Planet). Pero las ofertas de viajes para la semana del puente no han sido tan buenas como la que nos llevó a India en junio. Con todo y con eso se ha encontrado algo.
Un entorno natural, posibilidad de bucear, aguas termales…
El último mes en el trabajo ha sido "intenso" (bienvenido a los eufemismos) y, por primera vez, nos gustaría descansar en vacaciones. Hace tiempo encontramos una oferta para ir a Cabo Verde, pero nos pareció que sería aburrido, no habría mucho que ver y nos cansaríamos a los dos días. El tiempo se ha encargado de demostrarnos que nunca puede uno despreciar una oferta: no hacer nada en Cabo Verde habría estado muy bien.
Por otra parte, tengo muchas cosas en mente para hacer en el blog, el canal de YouTube, el Twitter… y necesito tiempo (e internet, que no sé si habrá). Puede que este viaje me ofrezca la oportunidad, al menos, de pensarlas para poder hacerlas.
Nos vemos, si internet no lo permite antes, en una semana.
Bucear entre tiburones no suena una experiencia agradable. Estar en una jaula de metal rodeado de tiburones es otra cosa: ver cómo se comportan desde la seguridad de los barrotes (a pesar de que en Tiburón, Steven Spielberg, la jaula no servía de mucho…). A los marineros de la II Guerra Mundial se les explicaba que, en caso de hundimiento, si observaban que había tiburones en las aguas en las que flotaban lo que tenían que hacer era moverse y hacer ruido.
Una forma estupenda de llamar la atención de los escualos.
Con los años el estudio de los tiburones ha arrojado datos curiosos, como el de la inmovilidad tónica. ¿Quién podría esperar que un humano consiguiera paralizar a un tiburón? Resulta que es más sencillo de lo que parece. Los tiburones, y otros animales (mamíferos, reptiles y aves) frente a una estimulación sensorial muy grande, ven bloqueada su capacidad de respuesta quedando casi hipnotizados de placer o de miedo. En el caso de los humanos también se ha descrito, normalmente en situaciones de trauma relativas a agresiones físicas o sexuales.
Resulta que los tiburones y las avestruces tiene en común más de lo que parece. En ambos casos la estrategia defensiva se basa en “ignorar la amenaza”. Los tiburones se quedan paralizados, puede que para camuflarse, para pasar desapercibidos frente a otros animales que siguen moviéndose… La avestruz asume que si ella no puede ver la amenaza, la amenaza tampoco puede verla a ella, con lo que lleva al extremo el refrán: “Ojos que no ven, corazón que no siente”.
Como decía, no sólo frente a una amenaza alcanzan este estado, también frente a una situación placentera. Los tiburones cuando son colocados con la panza hacia arriba o con la aleta caudal apuntando al fondo no puede evitar esta inmovilidad tónica, lo que facilita su estudio desde barcos y proporciona imágenes impactantes como estas.
Hay que tener cuidado. Los tiburones necesitan moverse para “respirar” con lo que mantenerse en un estado inmóvil no es nada recomendable para ellos.
Más info: A pesar de los pesares!!
Michael Crichton, una persona francamente polifacética, médico, escritor, director de cine… Rescate en el tiempo (1999 – 1357) fue escrita en ese 1999 del título. Casi 10 años después de su Parque Jurásico, y seis después de que se convirtiera en fenómeno de masas tras la adaptación cinematográfica de Spielberg. Como en casi todas sus novelas hay un componente técnico y una trama thriller.
Siguiendo los últimos avances de la física cuántica una empresa privada está trabajando en una máquina del tiempo. De cara a la opinión pública la empresa financia unos trabajos arqueológicos en la zona de la Dordoña francesa. La unión de los dos proyectos llega de la mano de la necesidad de financiación (la crisis… qué mala es). Para conseguir más inversores, ITC (la empresa privada), decide hacer una prueba de campo de la tecnología del viaje en el tiempo para “ayudar” a la excavación. La idea es trasladar a los arqueólogos al año 1357 en esa misma región, de manera que puedan ver cómo era la vida en directo y comprendan mejor los restos encontrados.
Crichton nos muestra una de esas paradojas de los viajes en el tiempo. El profesor Edward Johnston, el director de las excavaciones y conejillo de indias, queda atrapado (estas cosas siempre se deben a un accidente) en el siglo XIV, pero les hace llegar un mensaje a sus compañeros de excavación que lo descubren, entre los restos, más de 600 años después.
Algunos de sus compañeros no dudan en “saltar” a rescatarle. Todo esto mezclado con intrigas económicas y empresariales, por si la Guerra de los Cien Años no fuera suficiente.
Una novela tan divertida como Crichton nos tenía acostumbrados, que acerca la física cuántica y la teoría del “multiuniverso cuántico” al gran público mientras le mantiene entretenido.
Otros libros de Michael Crichton: Next.
- ¿Hay alguien ahí?
Lo único que llegaba a sus oídos eran conversaciones que no entendía. El sonido llegaba claro. Había gente cerca. No entendía las conversaciones pero sí las palabras. Ellos debían entenderle a él. Pero no recibía respuesta.
Tenía la mirada fija en la pantalla. Las cosas se movían rápidamente pero no sabía qué eran. ¿Estaba realmente mirando?
Notaba la silla. Su asiento soportando su cuerpo. Era capaz de sentir en qué punto terminaba el asiento y hasta donde llegaba el respaldo. Pero seguía sentado. ¿Estaba realmente tratando de levantarse?
Empezaba a dudar de que oyera su voz cuando gritaba. Le llegaba el sonido de las conversaciones, de las teclas de los ordenadores, las ruedas de los ratones, el repiqueteo pensativo de los dedos sobre las mesas… pero no su voz. ¿Estaba realmente gritando?
Sus dedos estaban apoyados en las teclas. Sentía cómo se movían veloces mientras escribía pero no sabía qué estaba escribiendo. ¿Eran los demás conscientes de que estaba allí?
De pronto notó un movimiento. Al otro lado de su monitor, justo en la esquina de su visión periférica. Alguien se había levantado. No era la primera vez que veía a alguien levantarse desde que estaba allí (¿Dónde estaba?), pero algo le hizo pensar que esta vez era diferente. Hacía más movimientos que en otras ocasiones. Se estaba poniendo un abrigo. ¡Iba a escapar! ¿Se podía escapar?
En lugar de esconderse para que nadie le detuviera en su intento, saludo a todos con un "¡Hasta mañana!"
¿Hasta mañana? Pudiendo escapar estaba dispuesto a volver mañana…
[¿Hay algún psiquiatra en la sala? Si lo hay, no hace falta que diga nada, ya lo sé…]
Un par de fines de semana, varias horas de clase teórica, un examen, dos largas inmersiones en piscina (aguas confinadas, el término técnico) y cuatro inmersiones en el mar (aguas abiertas), dan como resultado ser los orgullosos poseedores de un título Open Water Diver de PADI, lo que nos permite hacer inmersiones de hasta 18 metros de profundidad. Y 18 metros son muchos metros, ayer lo comprobamos.
Este fin de semana hemos estado en Calpe. A pesar de que cada vez que recordábamos el frío que habíamos pasado en la piscina (y eso que era de agua climatizada) pensábamos que estábamos locos y que íbamos a morir congelados en el mar, tengo que decir que ha hecho un tiempo estupendo. Incluso sólo con el bañador cuando nos quitábamos el neopreno al acabar no se estaba mal.
El agua estaba, según nuestro instructor, Alex (qué vida más intensa la de este hombre), a 20 grados centígrados. Pero esta vez usamos un neopreno largo de 5 mm de espesor y, sobre éste, otro neopreno corto de 3 mm, frente al único de 3 mm que llevábamos en la piscina.
Tuvimos suerte, aunque a estas alturas del año es relativamente normal, de ser poca gente en el curso. En Calpe estuvimos cinco y dos instructores, Alex y Carlos el domingo, Christian estuvo con nosotros el sábado con Alex también.
Nuestra escuela de buceo: Dive&Dive. Muchas gracias a los instructores tanto de Madrid (Carlos y Alberto) como a los de Calpe (Alex, Christian y Carlos).
Isaac Asimov, bioquímico y escritor de ciencia ficción, historia y divulgación científica. Cómo descubrimos los número, un libro de divulgación, de hecho se trata más de un ensayo que de un libro propiamente dicho. Poco más de veinte hojas en las que nos explica cómo llegamos a necesitar los números para llegar al punto en el que estamos.
Hasta que el número de cosas a contar superó con creces los dedos de las manos no hubo necesidad de llegar más lejos. Asimov nos explica el proceso: cinco, diez, dos veces cinco, tres veces cinco… Ya que este ensayo fue escrito en 1977 supongo que Jean M. Auel lo seguiría a la hora de explicar cómo contaban los Zelandoni en la saga de “Los hijos de la tierra”.
No sólo es fácil de leer, sino que es entretenido y además aprendes. ¿Qué más se puede pedir? Ah, sí, que sea gratis, ¿no?
He buscado un enlace a una librería que lo vendiera pero no lo he conseguido. Sólo lo he encontrado en epubgratis.me para descargar en formato ePUB, aquí.
Hace ya dos años, cómo pasa el tiempo, cuando nos planteamos el viaje a Sudáfrica incluyendo el “baño” en jaula con el gran tiburón blanco lo primero que preguntamos era si había que tener algún tipo de titulación de buceo. En ese momento nos dijeron que no. Una vez allí, visto cómo era, estaba claro que no hacía falta. No había equipo autónomo. Sólo un traje de neopreno, una máscara y un tubo. Para hundirse te daban un cinturón de plomos y ya te encargabas tú de agarrarte a los barrotes para obligarte a bajar.
De cualquier manera nos surgió la duda, la pregunta de si merecería la pena sacarse el título por si en algún otro de nuestros viajes había más cosas que ver bajo el agua, sin descuidar nunca la superficie que es nuestro hábitat natural.
Hemos necesitado dos años (lesiones, viajes, complicaciones varias… ) para empezar. Sólo empezar. Este fin de semana hemos dado el primer paso: el primer fin de semana en aguas confinadas (vamos, en piscina), junto con el examen teórico. El examen teórico se ha superado pero la parte física está dando más quebraderos de cabeza, nunca mejor dicho. Mi habitual congestión nasal, unida a mi faringitis crónica, parece que se puede convertir en un obstáculo. Ayer ya volví con la cabeza como en una burbuja y esta mañana no se había recuperado del todo cuando ya había que volver a entrar.
Si la cabeza sigue en esta línea de presión y la nariz tapada Bob puede estar tranquilo porque será difícil que encuentre su casa debajo del mar… De todas formas seguiré intentándolo y el primer paso será el fin de semana que viene que nos vamos a Calpe a probar la inmersión en aguas abiertas.
¿Algún buceador entre el público con alguna sugerencia?
Un libro de historia que te hace disfrutar de la Historia. Contado casi como una novela histórica: con ritmo y con giros de argumento, pero basado en la historia definitivamente y no usándola como un extra para situar la acción inventada en algo reconocible por la gente. Juan Eslava Galán nos acerca una versión entretenida de la Historia en este libro, Historia de España contada para escépticos, de 1995, aunque reeditado en 2010. Bajo el pseudónimo Nicholas Wilcox escribe novelas de ficción histórica, lo que explica su ritmo en las de no ficción.
Desde la prehistoria en la península hasta Zapatero. Pasando por todos los momentos de nuestro país. Por el camino se encarga de desmontar gran cantidad de mitos muy extendidos gracias a la enseñanza regulada por Franco que mostraba una España grande y atacada por todos, frente a una realidad plagada de equivocaciones y de gobernantes ineptos. Sin dejar pasar la ocasión de mostrar citas famosas y no tan famosas que explican muchas cosas.
Según palabras del autor “no pretende que sea veraz, justa y desapasionada, porque ninguna historia lo es”. Al menos intenta serlo. La historia la escriben los historiadores (concretamente los pagados por los vencedores) y la padece el pueblo.
Un libro más que entretenido y didáctico. Una mezcla perfecta para aprender sin aburrirse.
Este fin de semana hemos añadido un salto más a la colección. Ya habíamos estado antes en Extremadura varias veces, la última el año pasado viendo los cerezos en flor, pero también hemos visitado Mérida, Cáceres, Trujillo, la Vera… Es una de las comunidades autónomas que más veces hemos visitado y que cada vez nos sorprende con alguna cosa.
En esta ocasión nos ha sorprendido con la Puebla y Villa de Guadalupe, como fin de fiesta a un fantástico fin de semana organizado por YokmoK, TurExtremadura y NatRural que nos ha llevado a plantar árboles para reforestar una zona devastada por un incendio en 2005, a conocer el Geoparque Villuercas, Ibores, Jara y a visitar una bodega de Cañamero, el pueblo en el que nos hemos alojado.
En SaltaConmigo ya hay un pequeño resumen de lo vivido, que será completado en cuento acabe el diario del viaje a India.
Tras la primera novela de Carlos Sisi, Los caminantes, nos deleitó a todos con una continuación: Los caminantes: Necrópolis. Publicada un año después retoma la historia de los personajes en el mismo punto en que los dejó, pero no es sólo una “continuación” también incluye nuevos personajes y nuevas tramas.
El padre Isidro pasa de ser el personaje más odiado del libro a convertirse en un simpático loco con la aparición de un nuevo grupo de humanos.
La vida en el polideportivo Carranque sigue siendo casi idílica. Con la captura del padre Isidro y gracias al estudio de su sangre, se ha encontrado una especie de bloqueante frente a los zombies. La primera persona que lo probó, para descubrir los efectos, es Juan. Esta segunda parte del libro cuenta lo que ocurre durante su búsqueda de más ayuda, tanto en su propia búsqueda como en la vida de los demás habitantes de Carranque.
Juan llega a un puesto militar en el que descubre mucha información relativa al virus, su historia, los intentos de controlarlo, etc. En su viaje encuentra otra comunidad de supervivientes cerca del aeropuerto.
Toda la acción, que es mucha, se desarrolla un un par de días pero, el hecho de que la trama se desdoble al separar a varios de los protagonistas, la cantidad de cosas que suceden es enorme. No hay un segundo de pausa en la lectura, que, a poco que seas aficionado a la acción y al thriller, te engancha desde el primer momento. Hay zombies, es evidente, pero incluso si no te interesan el libro merece la pena.
La definición del estrabismo es sencilla (Clínica Baviera): El estrabismo consiste en la pérdida de paralelismo de los ejes visuales. Es decir, un ojo está desviado respecto al otro. Existen varias clasificaciones de estrabismo, en función de la cantidad de desviación, en función de la dirección de dicha desviación, en función del ojo director…
Según la cantidad de desviación existen:
Según la dirección de la desviación existen:
Según el ojo director existen:
En el estrabismo infantil, lo más importante es que, habitualmente, el ojo desviado (en el caso de estrabismo fijo) sufre también de ambliopía, ojo vago. No está fijando los objetos y, si no se trata, puede llegar a producir una disminución de la visión en ese ojo.
No se conoce una causa clara para esta desviación, aunque la “debilidad” de uno de los ojos suele ser el motivo. Esta “debilidad” puede ser congénita o derivada de una enfermedad que ocasione una disminución de visión. A pesar de conocer el motivo, sí que se sabe que suele aparecer en niños con antecedentes familiares, en un número de entre el 3 y el 5% (sin distinción entre niños y niñas).
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La primera novela de Carlos Sisi sigue una temática zombie pero local. Al igual que sucede con las novelas de Manel Loureiro está situada en España, en poblaciones que son reconocibles en lugar de las típicas ciudades americanas. Los caminantes es el primer tomo de una trilogía de muertos vivientes y vivos que luchan por seguir estándolo.
Todo comienza en la provincia de Málaga. El descubrimiento de un cadáver en la playa desata el terror. Una vez declarado muerto, se levanta y comienza a atacar a los policías y sanitarios que se encuentran alrededor hasta que consiguen abatirlo de nuevo. Como en cualquier novela de zombies que se precie, los heridos tardan poco o mucho, dependiendo de cada uno, en morir, convirtiéndose después en zombies.
Se van creando pequeños grupos de vivos que tratan de aguantar de cualquier manera. Expediciones a supermercados a por comida y agua, puertas bloqueadas, armas… Los hay que se encierran en sus casas y los hay que buscan a más supervivientes para tener un apoyo. Entre estos últimos está Juan que después de un viaje por la costa llega hasta el polideportivo Carranque en Málaga donde encuentra una comunidad de treinta personas organizada, incluso con equipos de seguridad que mantienen a los muertos alejados. Entre los primeros está el grupo de Isabel que, en lugar de salir a buscar ayuda, envía notas con llamadas de socorro desde la azotea de su edificio.
La aparición de un nuevo personaje hará que la vida de todos ellos cambie radicalmente. El padre Isidro, capaz de andar entre los muertos sin que le ataquen. Con la inteligencia suficiente para dirigirlos y la locura descontrolada que le lleva a hacerlo contra los grupos de supervivientes. Se cree un enviado de Dios para descubrir a los que se esconden de su juicio final y definitivo.
A los que disfruten con las novelas de zombies les va a encantar. Después de leer los dos primeros tomos de la trilogía Apolacpsis Z de Manel Loureiro y Lazarillo Z vuelve la emoción de los muertos, de nuevo en ambientes locales.
Si bien parece que ser que la paella es el plato más conocido fuera de nuestras fronteras y del que los turistas de paquete de vacaciones acaban hartos después de una semana, un plato tan típico como la tortilla de patatas tiene un origen poco claro y rodeado de leyendas.
En las crónicas indias ya aparece la tortilla de huevo desde 1519. La llegada de la patata al viejo continente hizo que todo fuera posible. La primera referencia escrita es de 1817, pero en ella, en lugar de exaltar las virtudes del plato se utiliza como muestra de la miseria en que vivían los agricultores que tenían que comer tortillas con pocos huevos y que alimentaban gracias a que sus mujeres sabían cómo hacerlas más grandes mezclando patatas, pan y otras cosas. Como sucedió con la pizza italiana un plato considerado humilde ha llegado a ser la marca de un país.
Lo que está claro es que se popularizó durante las guerras carlistas. La leyenda hace referencia al general Tomás de Zumalacárregui y al sitio de Bilbao . En una versión su cocinero inventó el plato a falta de otros víveres. En otra fue una ama de casa navarra que, ante la llegada del general, improvisó, con lo que su pobreza le permitía, un revuelto con huevos, patatas y cebolla que encantó al general y posteriormente popularizó. La última versión da la autoría directamente al propio general.
Fuera de leyendas parece que el origen es anterior, finales del siglo XVIII, momento en el que se buscaba un alimento nutritivo y barato para luchar contra la hambruna que se se había extendido en esa época. Un estudio reciente la sitúa en Villanueva de la Serena en 1798.
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